El sistema logístico europeo es el más desarrollado del mundo. Europa tiene una red ferroviaria de unos 114 mil kilómetros y una red de carreteras de 2,5 millones de kilómetros de extensión total. En el continente funcionan 161 aeropuertos modernos y 12 puertos marítimos capaces de recibir embarcaciones de cualquier desplazamiento. Cada país costero de Europa tiene su propia flota comercial. El continente tiene un transporte fluvial desarrollado en el que desempeñan un papel fundamental los ríos Rin y Danubio y el canal artificial Rin-Meno-Danubio. Estas rutas crean unas condiciones idóneas para que la mercancía llegue sin obstáculos a sus destinatarios, descongestionando las carreteras y los ferrocarriles.